Los
siguientes elementos que Dios mandó a hacer para el tabernáculo fueron el Altar
del Incienso y el Lavatorio de Bronce, y les dio las instrucciones de cómo
preparar el aceite de la unción y el incienso. Y también explicó sobre cómo
cada persona debía pagar por expiación por sus vidas.
ALTAR DE INCIENSO
(Éxodo 30:1-5)
Harás también un altar para quemar en él incienso;
de madera de acacia lo harás. (2) De un codo será su longitud y de un
codo su anchura, será cuadrado; y de dos codos su altura. Sus cuernos serán de
una pieza con él. (3) Lo revestirás de oro puro: su parte superior, sus
lados en derredor y sus cuernos; y le harás una moldura de oro
alrededor. (4) Le harás dos argollas de oro debajo de su moldura; los harás
en dos de sus lados, en lados opuestos, y servirán de sostén para las varas con
las cuales transportarlo. (5) Y harás las varas de madera de acacia y
las revestirás de oro.
Al igual
que los otros elementos que estaban dentro del tabernáculo, el incensario era
hecho de madera de acacia y recubierto de oro.
El incienso
se ofrecía dos veces al día, todos los días.
(Éxodo
30:6-10) Pondrás el altar delante del velo que
está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el
arca del testimonio, donde yo me encontraré contigo. (7) Y Aarón quemará
incienso aromático sobre él; lo quemará cada mañana al preparar las lámparas. (8)
Y cuando Aarón prepare las lámparas al atardecer, quemará incienso. Habrá incienso perpetuo delante del SEÑOR por
todas vuestras generaciones. (9) No ofreceréis incienso extraño en este
altar, ni holocausto ni ofrenda de cereal; tampoco derramaréis libación sobre
él.
El incienso
representa algo muy importante que está delante de Dios: las oraciones de los
santos.
(Apocalipsis
5:8) Cuando tomó el libro, los cuatro
seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero;
cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las
oraciones de los santos.
(Apocalipsis
8:3-5) Otro ángel vino y se paró ante el
altar con un incensario de oro, y se
le dio mucho incienso para
que lo añadiera a las oraciones
de todos los santos sobre el altar
de oro que estaba delante del trono. (4) Y de la mano del ángel
subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los
santos. (5) Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del
altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos, relámpagos y un
terremoto.
En estos
versículos de Apocalipsis, estas oraciones son las que desatan movimientos
celestiales. Esto nos permite ver la importancia de nuestras oraciones.
Nuestras oraciones son las que mantienen el incienso quemando en el cielo, son los
carbones encendidos delante del Señor, son aroma agradable para Dios.
(Salmos
141:2) Sea puesta mi oración delante de ti como incienso,
el alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
Es por eso
que debemos orar sin parar (1 Tes. 5:17). Y cuando oremos, debemos de hacerlo
en un común acuerdo con el Espíritu de Dios, sabiendo qué es lo que Él quiere
hacer. Orar no sólo es pedirle a Dios bendiciones personales y salud; sino que
es estar de acuerdo con Él, haciendo que se muevan las huestes celestiales para
que se haga la voluntad de Dios, así en la Tierra como en el Cielo. En cierta
forma, Dios nos otorga ser sus “socios” para llevar a cabo sus planes, y todo
lo que nosotros debemos hacer es estar de acuerdo con Él.
OFRENDA DE EXPIACIÓN
Una vez al
año, el Sumo Sacerdote hacía expiación por pecado sobre los cuernos del
incensario.
(Éxodo
30:10) Aarón hará expiación sobre los
cuernos del altar una vez al año; hará expiación sobre él con la sangre de la
ofrenda de expiación por el pecado, una vez al año por todas vuestras
generaciones; santísimo es al SEÑOR.
Esta
ofrenda se presentaba en el único día que el Sumo Sacerdote podía entrar al
lugar santísimo: en Yom Kippur.
Hebreos lo
explica de esta forma:
(Hebreos
9:6-12) Así preparadas estas cosas, los
sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar en el culto;
(7) pero en el segundo, sólo entra el
sumo sacerdote una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece
por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en
ignorancia. (8) Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto: que
el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer
tabernáculo permaneciera en pie; (9) lo cual es un símbolo
para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que
no pueden hacer perfecto en su conciencia al que
practica ese culto, (10) puesto que tienen que
ver sólo con comidas y bebidas, y diversas abluciones y ordenanzas para el
cuerpo, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. (11) Pero
cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a
través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no
de esta creación, (12) y no por medio de la sangre de machos cabríos
y de becerros, sino por medio de su
propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido
redención eterna.
Yom Kippur quiere decir en hebreo: día de expiación. En
este día, se presentaban sacrificios delante de Dios para que todo Israel sea
limpio de sus pecados. Era un día de reposo, de ayuno, y de humillar las almas
(Levítico 16). Proféticamente, representa el día de juicio final.
Estas
ofrendas eran sumamente santas para el Señor, pues representaban el trabajo que
haría Jesús al volverse para siempre nuestro Sumo Sacerdote, según la orden de
Melquisedec (Hebreos 6:20), para que podamos nosotros ser redimidos y
perdonados eternamente. ¡Qué maravilloso es el amor de Dios por nosotros!
LA OFRENDA DE RESCATE
Luego Dios
instruyó sobre una ofrenda que debía dar todo el que sea mayor de veinte años.
(Éxodo
30:11-16) Habló también el SEÑOR a Moisés,
diciendo: (12) Cuando hagas un censo de los hijos de Israel para contarlos,
cada uno dará al SEÑOR un rescate por su persona cuando sean contados,
para que no haya plaga entre ellos cuando los hayas
contado. (13) Esto dará todo el que sea contado: medio siclo,
conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. Medio siclo es la
ofrenda al SEÑOR. (14) Todo el que sea contado, de veinte años
arriba, dará la ofrenda al SEÑOR. (15) El rico no pagará más, ni el
pobre pagará menos del medio siclo, al dar la ofrenda al SEÑOR para hacer
expiación por vuestras vidas. (16) Tomarás de los hijos de Israel el
dinero de la expiación y lo darás para el servicio de la tienda de reunión,
para que sea un recordatorio para los hijos de Israel delante del SEÑOR, como
expiación por vuestras vidas.
El motivo
de esta ofrenda era, no sólo contar al pueblo de Israel, sino que también sería
para contribuir al servicio del tabernáculo, y para recordar a los hijos de
Israel sobre la expiación que se estaba haciendo por sus vidas.
El hecho
que los hijos de Israel estaban dando esta ofrenda no era para “comprar su
redención” sino que para “recordarles” sobre el sacrificio que se estaba
haciendo por ellos. Pero el verdadero costo de nuestra redención es aún mayor
que medio siclo, el costo de nuestra redención fue la sangre inocente de Jesús.
(Mateo
20:28) …el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir y para dar su
vida en rescate por muchos.
LA FUENTE DE BRONCE
El
siguiente elemento que Dios mandó a hacer fue
el lavacro de bronce que estaba en el atrio exterior.
(Éxodo 30:17-21)
Y el SEÑOR habló a Moisés,
diciendo: (18) Harás también una pila de bronce, con su base de
bronce, para lavatorio; y la colocarás entre la tienda de reunión y el altar, y
pondrás agua en ella. (19) Y con ella se lavarán las manos y los pies
Aarón y sus hijos. (20) Al entrar en la tienda de reunión, se lavarán
con agua para que no mueran; también cuando se acerquen al altar a ministrar
para quemar una ofrenda encendida al SEÑOR. (21) Y se lavarán las
manos y los pies para que no mueran; y será estatuto perpetuo para ellos, para
Aarón y su descendencia, por todas sus generaciones.
Es increíble ver que si los sacerdotes no se lavaban las manos y los pies antes de entrar al
Tabernáculo, entonces morían. ¿Acaso no era suficiente que hubiera un sacrificio
para que sean santificados? Veamos que dice la Biblia sobre ser lavados con
agua…
(Tito 3:3-7) Porque nosotros
también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de
deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos
unos a otros. (4) Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador, y su amor hacia la humanidad, (5) El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino conforme a su misericordia, por
medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu
Santo, (6) que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de
Jesucristo nuestro Salvador, (7) para que justificados por su gracia
fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
(1 Corintios 6:9-11) ¿O no sabéis que
los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los
inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, (10) ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. (11) Y esto
erais algunos de vosotros; pero fuisteis
lavados, pero fuisteis santificados,
pero fuisteis justificados en el
nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
(Salmo
26:6-7) Lavaré
en inocencia mis manos, y andaré en
torno a tu altar, oh SEÑOR, (7) proclamando con voz de acción de gracias y
contando todas tus maravillas.
(Hebreos
10:19-22) Entonces, hermanos, puesto que
tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de
Jesús, (20) por un camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por
medio del velo, es decir, su carne, (21) y puesto que tenemos un
gran sacerdote sobre la casa de Dios, (22) acerquémonos con corazón
sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
(Ezequiel
36:25-27) Entonces os rociaré con agua limpia y
quedaréis limpios; de todas vuestras
inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. (26) `Además,
os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré
de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. (27) `Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis
en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.
(Juan
3:5-6) Jesús respondió: En verdad, en verdad
te digo que el que no nace de agua y del
Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. (6) Lo que es nacido
de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
(Efesios
5:25-27) Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, (26) para santificarla, habiéndola purificado
por el lavamiento del agua con la palabra, (27) a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha
ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.
Lo
importante de lavarse con agua, no era el simple hecho de entrar físicamente
limpios al Tabernáculo, sino que lo importante era el aspecto profético detrás
de eso: entrar limpios de corazón y de espíritu. Porque nadie puede entrar al
Reino de Dios si esta “sucio” con pecado e inmundicias. Esto es lo que nos debe
de recordar el lavacro de bronce que estaba a la puerta del Tabernáculo.
EL ACEITE DE LA UNCIÓN
Dios
también le dio a Moisés la receta para el Aceite de la Unción…
(Éxodo
30:22-33) Habló el SEÑOR a Moisés,
diciendo: (23) Toma también de las especias más finas: de mirra
fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos
cincuenta; y de caña aromática, doscientos cincuenta; (24) de casia,
quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de
aceite de oliva. (25) Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla
de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción. (26) Y
con él ungirás la tienda de reunión y el arca del testimonio, (27) la
mesa y todos sus utensilios, el candelabro y sus utensilios, el altar del
incienso, (28) el altar del holocausto y todos sus utensilios, la
pila y su base. (29) Los consagrarás y serán santísimos; todo aquello
que los toque será santificado. (30) Y ungirás a Aarón y a sus hijos
y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes. (31) Y hablarás
a los hijos de Israel, diciendo: ``Este será aceite de santa unción para mí por
todas vuestras generaciones. (32) ``No se derramará sobre nadie, ni haréis otro igual
en las mismas proporciones; santo es, y santo será para
vosotros. (33) ``Cualquiera que haga otro semejante, o el
que ponga de él sobre un laico, será cortado de entre su pueblo.
El Aceite
para la Unción se usaba para santificar a los sacerdotes, al tabernáculo y a
todo lo que lo tocara. Era un ungüento sumamente santo para Dios.
Ser ungido
con el oleo santo era como tener una marca de Dios. Implicaba que están
apartados para Dios y que Él sería su protector y su gozo.
(Salmo
89:20-22) He hallado a David mi siervo; lo he
ungido con mi óleo santo, (21) y con
él estará siempre mi mano; mi brazo también lo fortalecerá. (22) No lo engañará
el enemigo, ni lo afligirá el hijo de maldad.
(Salmo 45:7-8)
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por
tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo
de alegría más que a tus compañeros. (8) Todas tus vestiduras están perfumadas
con mirra, áloe y casia; desde palacios de marfil te han alegrado con instrumentos
de cuerda.
(Cantar de
Cantares 1:3) Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento
purificado; por eso te aman las doncellas.
INCIENSO SANTO
Por último
en este capítulo, Dios dio la receta para el perfume del incienso, que también
sería sumamente santo...
(Éxodo
30:34-38) Entonces el SEÑOR dijo a
Moisés: Toma especias, estacte, uña aromática y gálbano, especias con incienso
puro; que haya de cada una igual peso. (35) Con ello harás incienso,
un perfume, obra de perfumador, sazonado, puro y santo. (36) Y
molerás parte de él muy fino, y pondrás una parte delante del testimonio en el
tabernáculo de reunión donde yo me encontraré contigo; santísimo será para
vosotros. (37) Y el incienso que harás, no lo haréis en las mismas
proporciones para vuestro propio uso; te será santo para el SEÑOR. (38) Cualquiera
que haga incienso como éste, para usarlo como perfume será cortado de
entre su pueblo.
no era incienso puro, es olíbano puro (exódo 30:34,35)
ResponderBorrarPerdona mi intromisión en esto pero lo que se conoce como incienso su nombre original es Olíbano, de tanto uso como base en el incienso sagrado este se conoció como incienso y no por su nombre.
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