noviembre 11, 2015

ÉXODO 29: Consagrando a los Sacerdotes



La semana pasada, estudiamos sobre las vestiduras que debían usar los sacerdotes. En este capítulo, veremos cómo Dios consagró a Aarón y sus hijos como sacerdotes.

Consagración de Aarón y sus Hijos
En este capítulo, Dios explica la forma que escogió separar a sus sacerdotes y santificarlos. 
(Éxodo 29:1) Esto es lo que les harás para consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes…

Primero, debían hacer una serie de sacrificios.
  • un novillo y dos carneros sin defecto
  • pan de trigo sin levadura
  • tortas de trigo sin levadura amasadas con aceite
  • hojaldras de trigo sin levadura untados con aceite

 Segundo, Aarón  y sus hijos se debían lavar con agua.

Luego, se Aarón se vestiría con las vestiduras sacerdotales. Y se ungía su cabeza con el aceite de la unción.

Y por último, se vestiría a los hijos de Aarón con sus túnicas.

Así se consagraban Aarón y sus hijos, teniendo el sacerdocio como estatuto perpetuo.
(Éxodo 29:9) y tendrán el sacerdocio por estatuto perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.


Unos de los elementos que ordenó Dios que se sacrificaran para consagrar a sus sacerdotes, es panes, tortas y hojaldras de trigo sin levadura. Corintios explica qué simboliza la levadura...
(1 Corintios 5:6-8) Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? (7) Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. (8) Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad.

La levadura la compara con malicia y maldad. Pero lo que Dios quiere es sinceridad y verdad. La levadura también es un símbolo de Jesús, que siendo perfecto y sin pecado murió por nuestros pecados.

Luego Dios explica los pasos del sacrificio de consagración, empezando con el novillo...
(Éxodo 29:10-14) Entonces llevarás el novillo delante de la tienda de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo. (11) Y matarás el novillo delante del SEÑOR, a la entrada de la tienda de reunión. (12) Tomarás de la sangre del novillo y la pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo; y derramarás toda la sangre al pie del altar. (13) Y tomarás todo el sebo que cubre las entrañas, el lóbulo del hígado y los dos riñones, y el sebo que hay sobre ellos, y los ofrecerás quemándolos sobre el altar. (14) Pero la carne del novillo y su piel y su estiércol quemarás con fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.


Los sacerdotes debían poner sus manos sobre la cabeza del novillo para pasarle sus pecados y así ellos ser limpios de pecado.

Después de sacrificar al novillo, se debía sacrificar a los carneros. Uno como ofrenda de holocausto para el Señor que es aroma agradable al Señor…
(Éxodo 29:15-18) También tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. (16) Y matarás el carnero, y tomarás su sangre y la rociarás en el altar por todos los lados. (17) Luego cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus entrañas y sus piernas, y las pondrás con sus pedazos y con su cabeza; (18) y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto al SEÑOR, aroma agradable al SEÑOR, ofrenda encendida al SEÑOR.

Y el segundo como ofrenda mecida delante del Señor que es aroma agradable delante del Señor.
(Éxodo 29:19-25) Entonces tomarás el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. (20) Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, y sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, y rociarás el resto de la sangre en el altar por todos los lados. (21) Después tomarás de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y lo rociarás sobre Aarón y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos; y quedarán consagrados él y sus vestiduras, y también sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él. (22) Tomarás también el sebo del carnero, la cola gorda, el sebo que cubre las entrañas, el lóbulo del hígado, los dos riñones y el sebo que hay sobre ellos, la pierna derecha (porque es un carnero de consagración), (23) y una torta de pan, una torta de pan con aceite y un hojaldre de la cesta de pan sin levadura que está delante del SEÑOR. (24) Lo pondrás todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante del SEÑOR. (25) Luego lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar sobre el holocausto como aroma agradable delante del SEÑOR; es ofrenda encendida al SEÑOR. (26) Entonces tomarás el pecho del carnero de la consagración de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante del SEÑOR; y esa será tu porción. (27) Y consagrarás el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda alzada, lo que fue mecido y lo que fue alzado del carnero de consagración, de lo que era para Aarón y de lo que era para sus hijos. (28) Esto será como porción perpetua de parte de los hijos de Israel para Aarón y sus hijos, porque es ofrenda alzada; y será una ofrenda alzada de los hijos de Israel, de los sacrificios de sus ofrendas de paz, su ofrenda alzada al SEÑOR. 

La sangre de ambos carneros se rociaba sobre el altar por todos lados, pero sólo una parte de la sangre del segundo carnero se rociaba sobre las vestiduras de Aarón y sus hijos. Después de rociar la sangre, los dos carneros se ofrecían como ofrenda encendida delante del Señor. Pero el pecho y la pierna del segundo carnero serían la porción perpetua de los sacerdotes. En otras palabras, esta era la ofrenda que los hijos de Israel le darían a los sacerdotes.

Dios también instruyó sobre quién se quedaría con las vestiduras sacerdotales después de Aarón y qué debía hacer cuando las obtenga...
(Éxodo 29:29-30) Y las vestiduras sagradas de Aarón serán para sus hijos después de él, para que en ellas sean ungidos y consagrados. (30) Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando entre en la tienda de reunión para ministrar en el lugar santo.

Luego Dios les dio las últimas instrucciones de cómo consagrar a los sacerdotes:
(Éxodo 29:31-37) Y tomarás el carnero de consagración y cocerás su carne en lugar santo. (32) Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en la cesta, a la entrada de la tienda de reunión. (33) Así comerán las cosas con las cuales se hizo expiación en la ordenación y consagración de ellos; mas el laico no las comerá, porque son sagradas. (34) Y si sobra algo de la carne de consagración o algo del pan hasta la mañana siguiente, quemarás al fuego lo que haya sobrado; no se comerá, porque es sagrado. (35) Así harás, pues, a Aarón y a sus hijos, conforme a todo lo que te he mandado; por siete días los consagrarás. (36) Y cada día ofrecerás en expiación un novillo como ofrenda por el pecado; y purificarás el altar cuando hagas expiación sobre él, y lo ungirás para santificarlo. (37) Durante siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás; entonces el altar será santísimo, y todo lo que toque el altar será santificado.

A pesar de que se requerían muchos sacrificios para consagrar a los sacerdotes, Dios no busca que se derrame sangre, sino que lo que Él quiere es que alabemos su nombre con nuestra vida sin pecado.
(Salmos 51:15-17) Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncie tu alabanza. (16) Porque no te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; no te agrada el holocausto. (17) Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.

OFRENDAS DIARIAS
Después de consagrar a los sacerdotes, Dios les instruyó sobre una de sus funciones al ser sacerdotes...
(Éxodo 29:38-41) Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. (39) Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero lo ofrecerás al atardecer; (40) y ofrecerás una décima de un efa de flor de harina mezclada con un cuarto de hin de aceite batido, y para la libación, un cuarto de hin de vino con un cordero. (41) Y ofrecerás el otro cordero al atardecer; y con él ofrecerás la misma ofrenda de cereal y la misma libación que por la mañana, como aroma agradable: una ofrenda encendida al SEÑOR.
Es increíble ver que todos los días se debía sacrificar a estos dos corderos y aún más increíble es ver la hora en la que debían ser sacrificados. Según la historia Hebrea, estos sacrificios de la mañana se hacían en la hora tercera (8:00 - 9:00 am) y los sacrificios de la tarde en la hora novena (2:00 - 3:00 pm). Esto es importante saberlo porque también en esas horas Jesús fue crucificado y luego murió:
(Marcos 15:25) Era la hora tercera cuando le crucificaron.

(Marcos 15:33-38) Cuando llegó la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. (34) Y a la hora novena Jesús exclamó con fuerte voz: ELOI, ELOI, ¿LEMA SABACTANI?, que traducido significa, DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO? (35) Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: Mirad, a Elías llama. (36) Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si Elías viene a bajarle. (37) Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. (38) Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

Luego, Dios también reveló el propósito por el que quería que los sacerdotes y el altar sean santificados...
(Éxodo 29:42-46) Será holocausto continuo por vuestras generaciones a la entrada de la tienda de reunión, delante del SEÑOR, donde yo me encontraré con vosotros, para hablar allí contigo. Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria. (44) Santificaré la tienda de reunión y el altar; también santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. (45) Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. (46) Y conocerán que yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar yo en medio de ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.

Una vez más vemos que el mayor interés de Dios es estar con su pueblo, pudiendo pasar tiempo hablando con ellos. Y no es sólo con el pueblo que vivió en el tiempo de Moisés, sino que con todas las generaciones. Varios profetas también oraron a estas horas, suplicando por su pueblo…
(Daniel 9:20-23) Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios, (21) todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde. (22) Me instruyó, habló conmigo y dijo: Daniel, he salido ahora para darte sabiduría y entendimiento. (23) Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he venido para explicártela, porque eres muy estimado; pon atención a la orden y entiende la visión.

(1 Reyes 18:36-39) Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya. (37) Respóndeme, oh SEÑOR, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh SEÑOR, eres Dios, y que has hecho volver sus corazones. (38) Entonces cayó el fuego del SEÑOR, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió el agua de la zanja. (39) Cuando todo el pueblo lo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: El SEÑOR, El es Dios; el SEÑOR, El es Dios.

(Esdras 9:5) Pero a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi humillación con mi vestido y mi manto rasgados, y caí de rodillas y extendí mis manos al SEÑOR mi Dios (6) y dije: Dios mío, estoy avergonzado y confuso para poder levantar mi rostro a ti, mi Dios, porque nuestras iniquidades se han multiplicado por encima de nuestras cabezas, y nuestra culpa ha crecido hasta los cielos.

(Hechos 3:1-10) Y cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena, la de la oración. (2) Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. (3) Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar al templo, les pedía limosna. (4) Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, le dijo: ¡Míranos! (5) Y él los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. (6) Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, mas lo que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda! (7) Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza, (8) y de un salto se puso en pie y andaba. Entró al templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. (9) Todo el pueblo lo vio andar y alabar a Dios, (10) y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a pedir limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.


Así como los sacerdotes fueron santificados y consagrados para Dios, nosotros debemos ser apartados para Dios. Prestando atención a que nuestro corazón sea contrito y humillado, haciendo todo conforme a las instrucciones de Dios, y prestándole atención a las horas en las que Él nos cita. 




¿QUÉ APRENDISTE?
¿Qué debía hacer Moisés con Aarón y sus hijos  para que pudieran servir como sacerdotes? (1-2,9)

¿Dónde se haría la consagración? (4,10,11)

¿Qué debían hacer Aarón y sus hijos con los animales antes de sacrificarlos? (10, 15,19)

¿Qué harían con las ofrendas para la consagración? Y ¿qué tipo de ofrenda era cada una? (11-18)

¿Qué se debía ofrecer todos los días? ¿A que hora se ofrecerían? (38-41)

¿Qué dijo Dios que haría donde se ofreciera este holocausto? (42-43)  


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