Al terminar de dar las instrucciones de
cómo se haría el Tabernáculo, Dios escogió a dos hombres que estarían encargados de hacer todo
lo que Dios había mandado…
(Éxodo 31:1-11) Y
el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: (2) Mira, he llamado por
nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. (3) Y
lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en
conocimiento y en toda clase de arte, (4) para elaborar diseños,
para trabajar en oro, en plata y en bronce, (5) y en el labrado de
piedras para engaste, y en el tallado de madera; a fin de que trabaje en toda clase
de labor. (6) Mira, yo mismo he nombrado con él a Aholiab, hijo
de Ahisamac, de la tribu de Dan; y en el corazón de todos los que son hábiles
he puesto habilidad a fin de que hagan todo lo que te he mandado: (7) la
tienda de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio sobre ella y todo
el mobiliario del tabernáculo; (8) también la mesa y sus utensilios,
el candelabro de oro puro con todos sus utensilios y el altar del
incienso; (9) el altar del holocausto también con todos sus
utensilios y la pila con su base; (10) asimismo las vestiduras
tejidas, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de
sus hijos, para ministrar como sacerdotes; (11) también el aceite de la
unción, y el incienso aromático para el lugar santo. Los harán
conforme a todo lo que te he mandado.
Es interesante ver que los nombres de las
personas que Dios escogió, tienen que ver con el trabajo que fueron llamados a
hacer…
Bezaleel en hebreo quiere decir: “en la sombra (es decir, la protección) de
Dios”
Aholiab en hebreo quiere decir: “tienda del padre”
Estos dos hombres los nombró Dios para
dirigir el trabajo de la construcción del Tabernáculo. Tenían bajo su cargo
toda clase de arte que tenga que ver con el Tabernáculo. Pero no lo hacían bajo
su inspiración propia, sino fueron llenos del Espíritu de Dios para hacerlo
según su dirección.
Esta era una gran responsabilidad pues
estaban recreando el Trono de Dios aquí en la Tierra. Por eso el texto dice que
fueron llenos del Espíritu de Dios en Sabiduría, en Inteligencia, en Conocimiento
y en toda clase de Arte. Además que tenían el don de Enseñar (Éxodo 35:34) así
podrían enseñarle como trabajar a toda persona hábil y a toda persona que tenía
el corazón de ayudar.
(Éxodo 36:1) Y
Bezaleel, Aholiab y toda persona hábil en quien el SEÑOR ha puesto
sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra de construcción del
santuario, harán todo conforme a lo que el SEÑOR ha ordenado.
(2 Crónicas 1:3-6) Entonces
Salomón y toda la asamblea con él fueron al lugar alto que había en
Gabaón, porque allí estaba la tienda de reunión de Dios, que Moisés, siervo del
SEÑOR, había hecho en el desierto. (4) Pero David había traído el
arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que había preparado para ella, porque
le había levantado una tienda en Jerusalén. (5) Y el altar de bronce
que había hecho Bezaleel, hijo de
Uri, hijo de Hur, estaba delante del tabernáculo del SEÑOR, al cual consultaron
Salomón y la asamblea. (6) Subió Salomón allí, delante del SEÑOR, al
altar de bronce que estaba en la tienda de reunión, y ofreció sobre él mil
holocaustos.
De seguro estos hombres vivieron unas vidas
rectas para que Dios los haya llenado de su Espíritu y para que los haya escogido
para hacer este trabajo, sin embargo la Biblia no habla de eso. Lo que sí
menciona es de qué tribus son. Bezaleel era de la tribu de Judá y Aholiab era de
la tribu de Dan. E incluso podemos ver la genealogía de Bezaleel en 1 Corintios
2. Pero de Aholiab, sólo sabemos que era hijo de Ahisamac.
DESPUÉS
REPOSÓ
Después de escoger a los hombres que harían
todo el trabajo de crear el Tabernáculo, Dios le habló otra vez a Moisés sobre
el día del reposo.
(Éxodo 31:12-17) Y
habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: (13) Habla, pues, tú a los hijos de
Israel, diciendo: “De cierto guardaréis mis días de reposo, porque esto es una
señal entre yo y vosotros por todas vuestras generaciones, a fin de que sepáis
que yo soy el SEÑOR que os santifico. (14) Por tanto, habéis de guardar el
día de reposo porque es santo para vosotros. Todo el que lo profane morirá
irremisiblemente; porque cualquiera que haga obra alguna en él, esa persona
será cortada de entre su pueblo. (15) Durante seis días se trabajará, pero el
séptimo día será día de completo reposo, santo al SEÑOR. Cualquiera que haga
obra alguna en el día de reposo morirá irremisiblemente. (16) Los hijos de
Israel guardarán, pues, el día de reposo, celebrándolo por todas sus
generaciones como pacto perpetuo. (17) Es una señal entre yo y los hijos de
Israel para siempre; pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, y
en el séptimo día cesó de trabajar y reposó”.
Es increíble ver las dos similitudes entre
lo que está pasando en estos versículos y lo que pasó en Génesis:
- En ambos casos se estaban construyendo
habitaciones para el Espíritu de Dios, en uno era el tabernáculo, y en el otro
Adán.
(1 Corintios 3:16-17) ¿No
sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (17) Si
alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de
Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.
- En ambos casos al terminar de hablar sobre
el trabajo que se hizo, lo primero que se menciona es el día de reposo.
(Génesis 2:1-3) Así
fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes. (2) Y en
el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día
séptimo de toda la obra que había hecho. (3) Y bendijo Dios el
séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había
creado y hecho.
En estos dos casos, podemos ver que el
deseo de Dios es vivir entre nosotros. Y que nosotros descansemos en Él. Además
que nos muestran la importancia que Dios le ha dado a sus días de reposo. Esos
días son los que nos separan del resto del mundo y nos marcan como hijos del
Dios Altísimo.
(Isaías 58:13-14) Si
por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi
día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR,
honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni
hablando de tus propios asuntos, (14) entonces te deleitarás en el SEÑOR, y yo
te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la
heredad de tu padre Jacob; porque la boca del SEÑOR ha hablado.
¡Que el día de reposo sea delicia para
nosotros y que podamos cabalgar sobre las
alturas de la tierra con YHVH!
LAS
DOS TABLAS
Recordemos que en el capítulo 24 de Éxodo Moisés
subió al monte Sinaí para recibir las instrucciones de Dios que su pueblo Israel
debía seguir. Ninguna de las instrucciones que hemos leído en los capítulos 24
al 31 se habían llevado a cabo… el pueblo ni si quiera las había oído.
Para este entonces, ya habían pasado 40
días y 40 noches desde que Moisés había subido al monte que estaba siendo
consumido con la gloria y la presencia de Dios, como un fuego consumidor, con
truenos y relámpagos, con sonido de trompeta, y con humo.
Entonces Dios le dio dos tablas de piedra
para llevar al pueblo…
(Éxodo 31:18) Y
cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, le dio las dos tablas
del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
En el siguiente capítulo veremos qué pasa
cuando Moisés baja del Monte Sinaí…
¿QUÉ APRENDISTE?
¿A quienes dio Dios
el don de artesanos para elaborar el tabernáculo? (1-6)
¿Qué seria el Shabbat
(día de reposo)? (13)
¿Qué pasaría con la
persona que no lo guardara? (14-15)
¿Por qué instituyó
Dios el Shabbat? (17)
¿Qué le dio Dios a
Moisés? (18)
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