octubre 01, 2015

Guía a Tu Corazón - Día 3



En el Sermón del Monte, Jesús dijo las famosas bienaventuranzas. Y entre esas bienaventuranzas (¡que no son fáciles de cumplir!) él habló del corazón.
"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" Mateo 5:8.

¿Qué es tener un corazón limpio? Simplemente un corazón sin pecado. Simple, ¿cierto?

Pero definamos qué es pecado...
I Juan 3:4 explica que el pecado es la infracción de la ley. También sigamos leyendo lo que dice Jesús en el Sermón del Monte...
"Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos" Mateo 5:19
Analizando mi vida, yo sé que no he podido guardar todos los mandamientos a la perfección. Aún sin haber hecho los actos, en mi corazón he pecado.

Y... ya no es tan simple tener un corazón limpio y sin pecado.

Pero aquí es donde entra la belleza de la gracia de Dios. Gracias a su infinito amor, él murió por nosotros y pagó el precio de nuestro pecado, así nosotros podemos limpiar nuestro corazón... la historia la conocen. La pregunta es: ¿cómo se lo vamos a pagar de regreso?

Si leemos desde Génesis hasta Apocalipsis, veremos un patrón que ser repite una y otra vez: Dios dice que no se haga algo, para que nos vaya bien; y el hombre, lo hace. Dios dice que se haga algo, para que nos vaya bien; y el hombre, no lo hace. Tenemos que entender que lo que Dios quiere es amor en obediencia. Jesús lo dijo así: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos" Juan 14:15

Lo increíble es ver la simpleza del asunto y que al mismo tiempo, ¡el pecado lo arruina todo! Si tan sólo entendiéramos que cuando dice que "nos va a ir bien", es porque NOS VA A IR BIEN. Y ¿qué mejor que las promesas que Dios nos da?



 Obedezcamos . Limpiemos Nuestro Corazón . Y Amemos a Dios


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